La Amandita nació a las 30 semanas y pesando 900 gramos porque tuve desnutrición intra uterina.
La primera vez que la vi estaba en una incubadora con una ampolleta (igual que un pollito 🐣 ), y estaba tapadita en una especie de plástico. Nos contaron que al nacer las guaguas bajan de peso y que ahora pesaba 780 gramos.
Yo No entendía nada de lo que me decían… estaba en shock. Mi cabeza se puso en modo automático para poder seguir sin irme a un hoyo al que me fui igual y que sin el @chachistico quizás que hubiese sido de mi.
Y así comenzó una historia de 2 meses y medio teniendo a nuestra hija en la neonatología.
Despertar, llamar a la neo, almorzar temprano, llegar a la clínica, verla dentro de la incubadora, meter la mano por una pequeña puerta para tocarla, rogar para que el doctor de turno me dejara hacer apego, y esperar hasta mas menos las 10 de la noche, cuando se hacia la última revisión y asi ver si había subido algo de peso.
La neo es un lugar muy extraño. Hay mucho amor pero también mucha tristeza.
Nunca me había sentido tan egoísta como en ese tiempo. Cuando sonaban alarmas en las maquinas de los niños, yo solo me tapaba los oidos y daba las gracias de que no era la Amanda.
Ya han pasado 6 años de eso, mientras escribo tengo a la Amandita a mi lado, pero no puedo evitar ponerme a llorar porque a pesar de haber estado acompañada de mi familia y amigos, igual nos sentíamos solos.
Escuchar la historia de otros papás que hayan pasado por lo mismo hubiese sido aliviador.
Este año conocí a @asfaprem_chile que es una asociación de papás y amigos de niños prematuros y no saben la hermosa labor que cumplen con el solo echo de acompañar.
Si eres una mamá de un niñ@ prematuro o conoces a alguien, comentale de esta cuenta en la que tienen muchisima información de todo tipo además de muchos testimonios.
Mucho amor a todos los papás que pasaron o estan pasando lo mismo que nosotros 😘
Spanish 
English